GIANNINI, EL ABUELO POLÍTICO DE BEPPE GRILLO, EL LÍDER DEL MOVIMIENTO CINCO ESTRELLAS*

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 Guglielmo Giannini y Beppe Grillo.

EL MOVIMIENTO 5 ESTRELLAS HA GANADO LAS ELECCIONES. ¿PERO HASTA QUÉ PUNTO BEPPE GRILLO ES UN FENÓMENO NUEVO EN LA POLÍTICA ITALIANA?  El líder del Movimento 5 stelle [Movimiento 5 estrellas, M5S] (que obtuvo casi un tercio de votos en las elecciones del pasado 24-25 de febrero) ha centrado los focos mediáticos tras las elecciones italianas y su populismo netamente «antipolítico» ha causado gran sorpresa, notablemente por su lenguaje descarnado.

Así, cuando sus diputados -los grillini– negociaron un fallido acuerdo con Bersani, Grillo, explicó La Vanguardia (28/III/2013)– «metió a todos los líderes políticos rivales en el mismo saco, calificándolos de ‘padres puteros’ que llevan años gobernando a expensas de la gente, sobre todo de los jóvenes. Esos ‘hijos de padre desconocido’ que han criado, que no tienen trabajo, ni casa, ni futuro, ‘los mandarán a todos a casa, de una forma u otra’. Acusó a esos políticos de llevar veinte años «dándonos por el culo y no tienen el pudor de quitar los cojones de manera espontánea».

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Giannini en un acto público de l’Uomo Qualunque.

¿Estamos ante una realidad novedosa de la política italiana ante este lenguaje descarnado y vulgar y los posicionamientos nihilistas del dirigente del M5S? Aunque en este blog ya hemos abordado el tema del M5S en algunas entradas (1 y 2) en esta ocasión nos interesa centrarnos en un antencedente histórico del grillismo: el llamado qualunquismo que lideró un comediógrafo y periodista italiano, Guglielmo Giannini  (1891-1960).

Giannini, el antecedente de Grillo

Consideramos que el éxito del M5S  en las elecciones italianas  ha plasmado el ascenso de un populismo antiestablishment. Ello no conforma un hecho aislado y, por ejemplo, en Francia, el líder de la coalición Front de Gauche [Frente de Izquierda] Jean-Luc Mélenchon empleó el lema «Que se vayan todos!» Si nos pedimos cuál es el punto de partida de este fenómeno, sus antecedentes primigenios hay que buscarlos en el qualunquismo italiano y el poujadismo francés. A continuación nos interesa centrarnos en el primero.

Vídeo en italiano sobre Giannini y el Uomo Qualunque.

El término qualunquismo alude al Fronte dell’Uomo Qualunque [Frente del Hombre Cualquiera] (UQ), que conformó «un partido contra todos los partidos». Lo fundó el mencionado Giannini a finales del 1944 en la zona liberada de Italia. Cobró fama con el rotativo Uomo Qualunque, que pasó de 80.000 ejemplares a 850.000 el 1945, que Giannini definió así: «Este es el diario del hombre cualquiera, harto de todo el mundo, el único deseo ardiente del cual es que nadie le toque las narices». Resumió el ideario en el explícito eslogan «Abbasso tutti» [Abajo todos]. Carente de programa, lanzó virulentas diatribas contra el Estado, la fiscalidad y la democracia.

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Ejemplar del diario de Giannini. Obsérvese que la U de su cabecera muestra a un hombre aplastado por la clase política, símbolo del ciudadano anónimo, como refleja su detalle repoducido a continación.

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Giannini denunció excesos en la depuración de exfascistas y criticó a los políticos profesionales alejados del «pueblo». El 1946 el UQ logró el 5% de los votos (1.210.000 sufragios) y 30 escaños. Posteriormente exploró alianzas políticas y después de las elecciones del 1948 (a las cuales se unió el Partido Liberal) conoció un rápido declive.

La descripción de la UQ que el politólogo Marco Tarchi ha hecho en su sugerente estudio L’Italia populista (2003) recuerda los populismos actuales. Considera que el qualunquismo se presentó «como la voz de la gente común, excluida del reparto del poder, irritada contra los políticos ‘ávidos y corruptos’, indiferente a las ideologías en las cuales ve tanto la cobertura de las ambiciones de dominio de las élites, escéptica frente a cualquier programa y desconfiada de las prometidas electorales, de las cuales prevé su sistemática traición por parte de los electos». Se mostró adverso «tanto al fascismo como al antifascismo, a la derecha monárquica, clerical o conservadora como la izquierda republicana, socialista o comunista», señalando «la distancia insalvable entre el pueblo […] y los políticos profesionales».

En suma, antes del ascenso al firmamento político italiano de Grillo, lo hizo Giannini con un populismo antiestablishment igualmente vibrante y directo en la época. Véase una comparación entre ambos en italiano clicando aquí.

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* Esta entrada fue publicada originalmente en este blog el 5/V/2013.

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